¿Qué es el Omega 6 y para qué sirve?

Se habla mucho, y hay razones de peso para ello, de los beneficios de incluir ácidos grasos Omega 3 en la alimentación, pero sin embargo los Omega 6 pasan más desapercibidos entre la población al ser considerados como menos saludables. Pero esta es una idea errónea. El Omega 6 (AGPI n-6) pertenece a la familia de los ácidos grasos poliinsaturados, junto a los Omega 3 (AGPI n-3), y ambos ejercen importantes funciones en la salud humana, ya que tienen efectos antagónicos, pero necesarios”. Ambas familias de ácidos grasos presentan distintas formas de PUFA (de su acrónimo en inglés Poly-unsaturated fatty acids, ácidos grasos poliinsaturados): el ácido α-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), de la familia Omega 3, y el ácido linoleico (LA), el ácido dihomo-γ-linolénico (DGLA) y el ácido araquidónico (AA), de la familia Omega 6.

 

Mantener una ingesta adecuada de alimentos ricos en ambos ácidos va a hacer que se optimicen funciones biológicas fundamentales para el organismo, y el Omega 6 en concreto es esencial para el mantenimiento de las estructuras celulares, la salud cardiovascular y la salud cerebral entre otras funciones. “Los compuestos derivados del Omega 6 mejoran la inflamación, la agregación plaquetaria y la vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), mientras que los de Omega 3 inhiben la inflamación y la agregación plaquetaria y mejoran la vasodilatación (dilatación de los vasos sanguíneos)”

Beneficios del Omega 6

Respecto a esa mala reputación de los Omega 6, las evidencias dicen que debemos desterrarla, ya que su consumo no solo no es nocivo, sino que va a ayudarnos frente a determinadas enfermedades. El aporte de Omega 6 es tan importante como el aporte de Omega 3. El problema deriva en el consumo desproporcionado del primero que tenemos en la actualidad, y que, debido a su carácter proinflamatorio necesario para el buen funcionamiento del organismo, cuando este está muy elevado, ejerce un estado de inflamación continua que nos perjudica, mucho más cuando además hay enfermedades o condiciones de salud que empeoran con el aumento de las señales internas de inflamación¨. Por tanto, podríamos decir, que el problema actual está en el alto consumo de Omega 6 y el bajo consumo de Omega 3, no el consumo de Omega 6 en sí mismo.

Ratio del Omega 6

En la proporción en la que vamos a comer alimentos con Omega 6 está la clave para obtener su beneficio, pero la realidad es que somos una sociedad que ha incrementado en los últimos 100 años el consumo de grasas Omega 6 de forma desproporcionada, al mismo tiempo que se ha ido reduciendo drásticamente la de Omega 3. “La proporción entre Omega 6 y Omega 3 ha sido ampliamente investigada y se cree que, en la época de nuestros antepasados, ​​en el Paleolítico, y en épocas posteriores, se consumían en una proporción de 1-2/1, una proporción que los expertos consideramos perfecta y equilibrada¨. Pero la realidad de hoy en día es bien distinta. Hay estudios que han observado patrones dietéticos que revelan que por cada 20 gr de Omega 6 se ingiere 1 gr de Omega 3 e incluso, como se ha visto en países del sur de Asía, que por cada 50 gr de Omega 6 se ingiere 1 gr de Omega 3. Y ahí es donde está el problema, lo que provoca que internamente se desequilibren los mecanismos de inflamación y anti-inflamación del cuerpo humano. Una desproporción, que ¨posiblemente haya contribuido más que cualquier otro factor dietético al aumento significativo de la prevalencia de la inflamación sistémica y de los tejidos corporales y del sobrepeso y obesidad, lo que en conjunto conduce al desarrollo de enfermedades coronarias, hipertensión, cáncer, diabetes tipo 2, artritis y otras patologías autoinmunes y posiblemente neurodegenerativas¨. Para evitar que esto se produzca hay que hacer todo lo posible para mantener un estado de equilibrio entre todos los sistemas del cuerpo necesarios para sobrevivir y funcionar de forma adecuada (lo que se conoce como homeostasis). Las recomendaciones oficinales han establecido una ratio en torno al 1-5/1 de Omega 6 por cada Omega 3. Es decir, intentar alcanzar la ratio ideal de 1 gr de Omega 6 por cada 1 gr Omega 3 y como máximo 5 gr Omega 6 por cada 1 gr Omega 3.

Contraindicaciones del consumo de Omega 6

El Omega 6 no tiene contraindicaciones en su cantidad adecuada. Es decir, como todos los nutrientes, cuando están en equilibrio con los demás y en el contexto de una dieta equilibrada, no tiene efectos contraproducentes para la salud.

Los alimentos con omega 3 y 6, ¿engordan?

Los alimentos ricos en omega 3 (pescados grasos, mariscos, nueces, semillas de lino, chía) y Omega 6, dentro de una dieta equilibrada, no engordan. “Es más, estas grasas se integrarán en las membranas celulares de los tejidos, ejerciendo sus funciones beneficiosas para el organismo. Ahora bien, una dieta con un exceso de energía favorecerá el aumento de peso, ya que ese exceso se almacenará en forma de grasa”. La clave está en la moderación y en respetar la mencionada ratio, ya que el consumo de dietas que contienen una gran cantidad de Omega 6 puede llegar a cambiar seriamente el estado de salud de una persona. Se ha demostrado que el estado fisiológico normal puede derivar a uno protrombótico, es decir a un estado con probabilidad de que se formen fácilmente coágulos en el organismo, y proagregatorio, que producirá un aumento de la viscosidad de la sangre, haciendo que se contraigan y se estrechen los vasos sanguíneos y que finalmente se produzca un bloqueo del flujo sanguíneo a través de ellos.

Alimentos ricos en Omega 6

Naturalmente, los Omega 6 los encontramos en:

 

  • Ácido Linoleico (LA): semillas (uva, colza, amapola, cáñamo y almendra), nueces (nueces de Brasil, nueces, piñones y avellanas) y aceites vegetales (girasol, cártamo, maíz, semilla de algodón, soja, coco y palma)
  • Ácido gamma- linolénico (GLA): aceites de semillas de onagra, borraja, grosella negra
  • Ácido araquidónico (AA): Grasas animales